13 Dec 2021

¿Cuáles son las consecuencias de escriturar una vivienda con un valor inferior?

Publicada en Inmobiliaria

En el momento en que sumamos todos los gastos que conlleva la compra de una vivienda, somos conscientes de que se trata de una operación bastante importante de dinero, por eso, existen algunas personas que buscan la manera de falsear el precio de compra para pagar menos impuestos y ahorrarse costes en la transacción.

En el momento en que sumamos todos los gastos que conlleva la compra de una vivienda, somos conscientes de que se trata de una operación bastante importante de dinero, por eso, existen algunas personas que buscan la manera de falsear el precio de compra para pagar menos impuestos y ahorrarse costes en la transacción.

Sin embargo, esta práctica que no resulta tan inusual en nuestro país, puede conllevar riesgos fiscales tanto para el vendedor como para el comprador.

En Lasose Properties & Investments te explicamos cuáles son las consecuencias de escriturar una vivienda con un valor inferior.

El objetivo de escriturar un inmueble por un valor menor de su precio oficial es una práctica ilegítima, aunque habitual, para evitar pagar impuestos, sin embargo, esto podría tener repercusiones para ambas partes:

Por parte del comprador, aunque en un primer momento se ahorre parte del Impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, se arriesga a que Hacienda realice una comprobación de valores que no pueda justificar, con lo que tendría que liquidar el impuesto correspondiente junto con los intereses de demora y dependiendo de la gravedad de la operación podría tener que afrontar una sanción tributaria. Si además decide vender la vivienda posteriormente, al obtener una ganancia patrimonial superior, tendrá que tributar por un porcentaje más alto de IRPF.

Por parte del vendedor, se beneficia tanto en el pago del IRPF como en la plusvalía municipal y aunque el riesgo es menor, si Hacienda decide comprobar el valor declarado, tendría que realizar una declaración complementaria en el IRPF.

A pesar de que esta práctica sea relativamente frecuente por las supuestas ventajas que supone, lo cierto es que tanto el comprador como el vendedor se arriesgan a muchos inconvenientes, sobre todo, porque el ahorro que pueden obtener no compensará todo lo que tengan que pagar posteriormente en el caso de que Hacienda realice las comprobaciones oportunas.

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